Ricino (Ricinus Communis)

Ricino (Ricinus Communis): una planta común en las zonas más calurosas del planeta, valorada por sus cualidades medicinales, así como por sus características ornamentales. El nombre proviene de la forma de las semillas, que son similares a las garrapatas, de ahí el nombre del género en latín, pero en realidad son hermosas, de color burdeos bordadas por guirnaldas doradas. Se puede cultivar como perenne si la temperatura y el fotoperiodo lo permiten, de lo contrario, en zonas templadas se comporta como anual. Para ser sembrada en primavera, temperatura mínima 15°c, requiere suelo fértil, húmedo, evitando el estancamiento del agua. La planta, que puede tener hojas verdes o rojas, es fuerte y vigorosa, alcanza los dos metros y más de altura, y es muy productiva. Las semillas molidas se pueden utilizar como un excelente elemento de disuasión para los topos y otros insectos no deseados en los cultivos hipogeos. Esta es la última especie en el abono, práctica en la que demuestra una marcada acción fumigante. Tiene una gran capacidad de auto-siembra, recoger las semillas de algunas plantas cuando la cápsula que las contiene está seca, permitir que otras plantas liberen las suyas y dejarlas allí, el abono del año siguiente estará listo: claramente, el abono debe hacerse antes de la fase de floración, luego la nueva siembra debe hacerse con las semillas del año anterior. Dato interesante: además del famoso aceite medicinal, la sustancia oculta en las semillas, la ricina, se encuentra entre las más letales, solo 0,2 mg es suficiente para matar a un hombre.